jueves, 17 de mayo de 2012

WES MONTGOMERY The Incredible Jazz Guitar of Wes Montgomery (Riverside, 1960)

Comenzamos nuestras críticas de discos favoritos de la historia del jazz con uno de esos lps a los que se les coge realmente un cariño muy especial. Un disco acogedor, encantador, entrañable. Como volver a casa por navidad, sabes que esta ahí y que jamás te va engañar. Pero no os confundaís, no entendaís por entrañable  que este sea un artefacto ñoño o cursi. Todo lo contrario, aún hoy suena molón y modernísimo.

Nueva York. 26 y 28 de Enero de 1960. Wes Montgomery y su increible guitarra jazz en todo su esplendor. Con otros músicos legendarios de la historia del jazz moderno nos puede resultar muy difícil decidir cual es su mejor trabajo. Con Wes lo tenemos clarísimo, es este. Y no porque lo publicado antes o después sea peor que este álbum. Es que simplemente esta grabación es insuperable. ¿El mejor disco de la historia del  jazz guitar? Posiblemente. ¿El más influyente, imitado y recordado? Sin ningún género de dudas.

El personal de la grabación: Wes Montgomery, el hombre del pulgar de oro, a la guitarra, el siempre elegante y efectivo Tommy Flanagan al piano y los hermanísimos Percy Heath al contrabajo y Albert Heath a la batería, todo ello producido por Orrin Keepnews y editado por el pequeñito sello Riverside. Uno esos discos con aura de modestia pero que acaba siendo colosal. Ocho son los cortes que componen el lp, cuatro temas de composición propia, a saber: D-Natural Blues (muy Charlie Christian, como es lógico), Four On Six (Se sigue dando en clases de digitación...), West Coast Blues (Tarareable, perfecta, blues abstracto) y por último la muy funky-latina, tan de esos tiempos, Mr. Walker (Renie). Toda una muestra de su talento compositivo, su versaltilidad y su imaginación como músico. Y las cuatro versiones son: La complicadísima de tocar Airegin de Sonny Rollins, la siempre bonita In Your Own  Sweet Way de Dave Brubeck y los estandards Polka Dots And Moonbeams (balada romántica y dulce) y la eterna Gone With The Wind.

En definitiva, un lp con un sonido tan actual que aunque tenga cincuenta años podría haber sido grabado ayer mismo. Toda una lección de belleza, alegría, felicidad... todo eso y mucho más (cada oyente es un mundo) os puede ofrecer y trasmitir esta obra maestra. Un disco especialmente indicado como primera escucha para neófitos con miedo a introducirse en esto del jazz, un universo muy prolijo a meterse en alguna que otra charca inaudible en el momento más inesperado.




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